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“Los temas que se tratan en las escuelas no son relevantes para los estudiantes."

Michael Fullan nos cuenta que recuerda su escuela como un lugar agradable y en el que se encontraba muy a gusto. Sin embargo, a pesar de sentirse como en casa, no considera que su experiencia y el aprendizaje que obtuvo fuera muy atractivo.

Fuente:https://ined21.com/moviles-en-las-aulas/


¿En qué consiste el Aprendizaje Profundo?

Básicamente en utilizar nuevas prácticas pedagógicas para desarrollar conocimientos y competencias. Se trata de una enseñanza de calidad y profunda que, una vez es asimilada por los estudiantes, permanece para siempre en su memoria. El proceso consiste en adquirir seis competencias globales básicas: creatividad, comunicación, colaboración, pensamiento crítico, ciudadanía y carácter.

¿Por qué es importante desarrollar estas competencias?

Son esenciales para que cualquier estudiante pueda prosperar en el mundo actual. La creatividad, por ejemplo, permite desarrollar una visión emprendedora para generar nuevas ideas. Por su parte, la comunicación los debe ayudar a dominar una serie de herramientas, para que sean capaces de transmitir con éxito todo aquello que desean. La colaboración resulta de gran utilidad para trabajar en equipo y aprender de los demás. También es muy importante desarrollar el pensamiento crítico, para razonar y discernir entre toda la información que reciben. Asimismo, conocer los problemas globales que nos afectan para aportar soluciones es una habilidad que relacionamos con la ciudadanía y que es clave para el futuro de los estudiantes. Por último, está el carácter, una competencia que está enfocada a desarrollar los rasgos esenciales de la personalidad de cada individuo.

¿Qué ventajas obtiene el estudiante con el aprendizaje profundo en comparación con los modelos educativos tradicionales?

Todos los estudiantes merecen aprender en profundidad, puesto que obtienen multitud de ventajas; entre ellas, que el conocimiento que adquieren es duradero. Sin embargo, también me gustaría destacar que el simple hecho de implantar una educación que no resulte aburrida y arcaica ya supone una gran ventaja para los estudiantes, así como una manera atractiva y motivadora de provocar que tengan interés en aprender.

¿Qué deberían hacer los gobiernos para promover el Aprendizaje Profundo?

Los gobiernos tienen que trabajar profundamente para modificar el aprendizaje actual y deben desarrollar políticas que apoyen los nuevos modelos educativos. El cambio es un proceso gradual que se tiene que experimentar y construir poco a poco. Además, hace falta financiación para apoyar las nuevas pedagogías, porque es tan importante invertir inicialmente en la formación del profesorado, como seguir haciéndolo a lo largo de toda su carrera.

¿Cuál es el papel que ocupan los profesores en su modelo?

En la enseñanza tradicional, el papel del profesor es ser el centro de atención, dedicándose a hablar durante horas para transmitir conocimiento a los alumnos. En cambio, en el aprendizaje profundo, deben desarrollar un nuevo rol. Pasan de dar clases a convertirse en motivadores y facilitadores del aprendizaje. Su función es ayudar a los estudiantes a buscar el conocimiento, planteando problemas reales con los que se pueden encontrar en su vida cotidiana.

¿El Aprendizaje Profundo contempla un sistema de evaluación?

Siempre he pensado que las pruebas evaluativas no son un buen instrumento si se convierten en una responsabilidad de alto riesgo, como puede suceder cuando se trata de aprobar un examen. Las personas pocas veces se pueden sentir motivadas si están siendo juzgadas, y menos aún si, además, no están aprendiendo nada de utilidad por el camino. Las nuevas pedagogías del aprendizaje profundo lo que pretenden es medir las seis competencias que deben adquirir los alumnos. Por otra parte, también hemos desarrollado una serie de indicadores que evalúan a los profesores y a los alumnos en el aula, lo que nos aporta nuevos elementos a la hora de valorar resultados.

¿La tecnología tiene un rol importante en el sistema educativo que propone?

Casi todas las escuelas la utilizan de manera superficial, sin tener en cuenta que la pedagogía es el motor y la tecnología solo un acelerador. Las herramientas tecnológicas son útiles siempre si se utilizan adecuadamente, y los dispositivos electrónicos ofrecen muchas posibilidades, pero sin una buena estrategia pedagógica y unos profesores que incentiven el aprendizaje, no sirven de mucho.

¿Para poder mejorar el aprendizaje del siglo XXI, la pedagogía y la tecnología deben fusionarse?

No hay que mezclar necesariamente educación y tecnología. Es cierto que, si se utilizan adecuadamente las herramientas digitales, pueden ayudar a la pedagogía a ir más rápido. Sin embargo, la educación no necesita de la tecnología para formar a los estudiantes, puesto que, si se aplica un buen sistema, siempre funcionará, independientemente del uso de la tecnología. De todos modos, los alumnos deberían aprender y convertirse en consumidores críticos y competentes de las nuevas tecnologías, un elemento que les puede resultar de utilidad en cualquier momento.

¿Por qué cree que los estudiantes cada vez tienen menos interés en aprender?

Porque la educación es aburrida. Los estudiantes hacen las tareas que se les mandan para aprobar una asignatura, sin tener en cuenta si realmente están aprendiendo. Los temas que se tratan en las escuelas no son relevantes para ellos, por lo que no prestan demasiada atención a las clases. Por eso, necesitamos cambiar la forma y los hábitos de aprendizaje para conseguir que profesores y alumnos trabajen de forma distinta.

¿Qué podemos hacer para motivarlos?

Debemos ser capaces de vincular las cuestiones sociales importantes a los intereses intrínsecos de cada uno de ellos. Hemos de buscar la manera de llamar su atención, a través de plantearles aquellos temas que más interés les generan.

La pandemia ha dejado al descubierto los puntos débiles del sistema educativo ¿Considera que ha abierto una oportunidad para cambiarlo?

Sin duda. La pandemia ha ofrecido la oportunidad de mostrar que el aprendizaje profundo es aún más interesante de lo que ya era antes. Y en cierta manera, el coronavirus ha demostrado que se pueden abrir nuevas vías para innovar y poner las nuevas tecnologías al servicio del aprendizaje.