Considerada una habilidad blanda, el trabajo de la inteligencia socioemocional cobra importancia sobre todo después de un periodo de encierro en el que los estudiantes han perdido las habilidades para relacionarse con los demás.
Ya sea en la vida diaria o en el mundo laboral, este tipo de habilidades del siglo XXI están siendo cada vez más requeridas en un mundo en el que las relaciones humanas y los procesos productivos se vuelven más automatizados. Sobre el tema hablamos con Eduardo Llanos, doctor en Psicología y Educación (además de poeta), un chileno que durante su carrera ha sido reconocido por desarrollar un modelo de análisis psicofílmico, en el que explora una determinada película para indagar en distintas dimensiones psicológicas de las personas.
Elige Educar (EE): ¿Qué es la inteligencia socioemocional?
Eduardo Llanos (EL): Es un constructo relativamente reciente que amplió el de la inteligencia únicamente emocional, ya que se le añadió la capacidad para interactuar con otros de manera eficaz, placentera y productiva. Incluyeron también en el aspecto productivo de este tipo de inteligencia la capacidad de obtener y provocar en los otros, aprendizajes a través de la interacción.
EE: ¿Cuál es la importancia de trabajar la educación socioemocional desde la infancia?
EL: Primero, no se saca mucho si la formación en la casa no acompaña a la formación formal. Si los vínculos que sostienen la vida de un niño no son suficientemente sanos, ni presentan suficientes buenos ejemplos, sino al contrario, el niño muy probablemente va a desarrollar un repertorio conductual estrecho y erróneo. Tendrá patrones de comportamiento muy poco eficientes para afrontar los desafíos de la vida practica en todos los terrenos, la interacción con el sexo opuesto, con los otros, con los mayores, con las autoridades, subordinados.
EE: ¿Cuáles son las cosas que están fallando?
EL: El principio 20/80 establece lo siguiente. Prácticamente en todos los casos en que hay un problema que responde a muchos factores vamos a tener la siguiente situación, habrá siempre un 80% de ese problema que se explica por un 20% de las causas.
Una de las más importantes tiene que ver con la comprensión lectora. No se estimula la comprensión lectora ni el razonamiento, en la inmensa mayoría de los colegios se premia el aprendizaje memorístico y no el razonamiento.
Tampoco se enseña a leer, cómo leer, cómo sacar información de un texto. A mis alumnos les leía un cuento y a veces un micro cuento, y estaba una hora mostrándole todo lo que se podía ver en ese micro cuento. Es sorprendente la cantidad de información implícita hay en 5 líneas.
Otro factor clave son las redes sociales, porque están envenenando la convivencia. La gente está preocupada de amoldar su propia actitud, acción y pensamiento a lo que piensa el grupo. También son fuente de reforzamiento de actitudes antisociales como el narcisismo, que torna muy débiles las relaciones. A nivel neurofisiológico está estudiado que las pantallas y la radiación de los dispositivos hacen mucho daño.
Por último la alimentación, aunque parezca desconectada, tiene importancia también. La gente está muy impulsiva, muy oral, por lo que consume comida que provoca obesidad y que a la larga termina afectando la autoestima.
EE: En la parte final de una carrera docente de 35 años comenzó a trabajar con películas para trabajar el aspecto socioemocional de sus alumnos ¿De donde vino la idea?
EL: Yo siempre les leía a mis alumnos fragmentos literarios relevantes que permitían un abordaje de una hora y media, lo que dura una clase. Luego el acceso tan masivo a los videos y todo lo demás me convenció de que lo ideal era era trabajar con video. También pensé en la paideía griega, ¿Cómo se formaban los griegos? Ellos se formaron con los cantos homéricos. Esos textos se difunden de manera oral. Era muy importante en la formación, pero no porque se lo aprendieran de memoria, sino porque a partir de ellos razonaban.
Lo mismo pasa con la tradición judía. Leen un fragmento de la Torá y ese fragmento lo dan vuelta y razonan acerca de él, y de paso estudian lo que dijo uno y otro rabino hace 5 siglos. Todo eso lo hacen en una atmósfera muy familiar, intergeneracional. Está el abuelo presente, el tío, el niño, que mira todo esto y le permiten hablar, así aprende que tiene permiso para pensar por cuenta propia.
A pesar de que son temas extracurriculares, no se puede poner en duda la importancia de la inteligencia socioemocional y las demás habilidades blandas después de los problemas evidenciados tras dos años de clases online.