Este proceso necesita que el docente esté familiarizado con una variedad de instrumentos, herramientas, situaciones y recursos, que se utilizan para obtener información sobre la evolución de los estudiantes en su aprendizaje.
Las herramientas digitales ayudan a realizar procesos de evaluación del alumnado; tanto con carácter sumativo, es decir evaluación del aprendizaje, como con carácter formativo, es decir evaluación para el aprendizaje, facilitando feedback a los estudiantes para seguir avanzando y mejorando en su proceso de aprendizaje.
Docentes: 10 claves para la evaluación a distancia
1. Fija unos objetivos concretos y alcanzables.
2. Anima a los estudiantes a establecer sus metas personales
y muéstrales el progreso hacia las mismas.
3. Establece unas tareas habituales (diarias, semanales, etc.) y proporciona comentarios rápidos y constructivos a esas tareas entregadas.
4. Ayuda a los estudiantes a establecer rutinas y a controlar su evolución en el aprendizaje (por ejemplo, tiempo de estudio, autoevaluación, etc.)
5. Conecta a los alumnos/as entre sí para la realización de proyectos/tareas cooperativas y colaborativas.
6. Organiza, informa y prepara al alumnado para el proceso de evaluación.
7. Establece actividades de evaluación en pequeños grupos.
8. Da apoyo extra y establece unos objetivos más personalizados a aquellos estudiantes con necesidades educativas de apoyo específico (NEAE).
9. Dedica tiempo al diseño de las actividades de evaluación, ya que es un proceso constante y cíclico.
10. Crea diferentes actividades y recopila recursos asociados que pueden servir de ayuda. Selecciona las herramientas y aplicaciones más adecuadas para tu alumnado.
Algunos mecanismos para la evaluación formativa
La evaluación formativa digital, en un contexto a distancia, contempla tanto el proceso de trabajo como los resultados obtenidos por los estudiantes, ya que ambos forman parte de su proceso de aprendizaje. Para obtener información sobre los procesos, es necesario utilizar instrumentos adecuados para este fin como los que se señalan a continuación.

• Rúbricas. Ofrecen una descripción detallada de qué indicador o criterio ha superado cada estudiante y en qué grado, con lo que es una herramienta que sirve tanto evaluar como para guiar al aprendizaje. Permite al alumnado conocer lo que se espera de él en cada tarea o actividad y en qué grado. Te ofrecemos algunos ejemplos de rúbricas.

• Dianas. Constituyen un método, diseñado para la autoevaluación y coevaluación, en el que se busca la participación de una manera inmediata, visual e intuitiva. Siguiendo el modelo de la diana de los dardos, se crea una diana dividida en tres, o más “gajos” que, a su vez, se divide en tres o más círculos concéntricos. Cada gajo de la diana representa un aspecto en el que avanzar y cada círculo concéntrico representa la ruta de menor a mayor avance, a medida que se aleja del centro. En este ejemplo puedes apreciar sus características.

• e-Portfolios. Son herramientas flexibles de evaluación que permiten recoger evidencias y reflexiones sobre el proceso de aprendizaje.  En términos generales, se denominan así a un conjunto de documentos que pueden mostrar diferentes aspectos globales o parciales de una persona (personales, académicos, profesionales…), los cuales han estado seleccionados y organizados de forma reflexiva y deliberada y presentados en formato digital (texto, imágenes, animaciones, simulaciones, audio y vídeo). En este artículo puedes obtener más información.

• Diarios de aprendizaje. Son documentos, elaborados por el estudiante para la recolección y reflexión sobre las experiencias vividas a lo largo de un proyecto de aprendizaje. La escritura del diario de aprendizaje es una técnica mediante la cual el alumnado escribe sobre las experiencias, vividas tanto dentro como fuera del aula, relativas a su proceso de aprendizaje. Su elaboración supone importantes ventajas no sólo para él sino también para el docente. Más información en esta infografía del Centro Nacional de Desarrollo Curricular en Sistemas No Propietarios (CEDEC)