No cabe duda que las tecnologías educativas llegaron para quedarse, especialmente cuando no solo facilitan y agilizan el trabajo de docentes y estudiantes; sino que también llegan a mejorar la calidad de aprendizaje al integrar maneras de enseñar que en el pasado eran hasta imposibles.
La educación digital debe incorporarse al plan de estudios del alumnado con propósito en mente para que pueda robustecer favorablemente la trayectoria académica y laboral de cada persona. De lo contrario, implementarlas meramente por novedad o sin una estrategia en particular puede resultar catastrófico para la institución, al gastar recursos económicos en tecnologías que no son relevantes a las materias o no contemplar el entrenamiento que las y los profesores necesitan para saber manejar dichas herramientas, lo cual ha sidoun problema para muchas escuelas en todo el mundo. De igual manera, puede ser contraproducente para la comunidad estudiantil, al no contar con competencias tecnológicas que pueden ser útiles al momento de entrar al campo laboral.
Escoger la herramienta indicada para incluir en el plan de estudios es relevante para estar al tanto de las tecnologías emergentes en un panorama incierto y en constante movimiento; por lo que brindar al cuerpo estudiantil un aprendizaje de calidad es imprescindible. Sin embargo, integrarlas en el aula no es tarea fácil.
Por ende, elDr. Ruben Puentedura creó en el 2010 un modelo estratégico para ayudar a docentes a visualizar la integración de tecnologías en los planes de estudio, llamado SAMR; donde cada letra va ascendiendo en la complejidad del uso de la herramienta y todas puntualiza las diferentes etapas de la incorporación de las herramientas de tecnología educativa (también conocidas como EdTech): Sustitución, Aumento, Modificación y Redefinición.
Las primeras dos, sustitución y aumento, se encuentran en la fase de mejora, en donde la tecnología utilizada en claseacentúa y agrega valor al aprendizaje. Es en esta etapa donde los docentes pueden empezar a introducir nuevas tecnologías a sus estudiantes para familiarizarse con ellas. Con el tiempo, Puentedura sugiere que una vez conociendo la herramienta, es posible que las y los maestros pasen a las fases de modificación y redefinición; en las cuales se podrá observar una clara transformación en la manera en que su alumnado aprende.
“Es muy importante que las personas se sientan cómodas con las herramientas que utilizan para evolucionar su práctica”. – Ruben Puentedura. Por el contrario, modificación y redefinición están en la faceta de transformación, en la cual el aprendizaje apoyado por un hardware o software transforma la forma en la que las y los alumnos adquieren conocimientos y se les enseña de una manera en la que no fuera posible por medios tradicionales.

Cabe mencionar queninguna etapa es superior a otra, sino que se ordenan de esa manera por el nivel de sofisticación del uso de las tecnologías. Si el diseño de una actividad es más complicado al utilizar estas herramientas, será mejor que el docente continúe utilizando el método tradicional que mejor funcione. Se trata de usar la tecnología a conveniencia con el objetivo de facilitar el aprendizaje de las y los estudiantes, así como agilizar otros procesos que realizan los docentes, tales como pasar lista, revisar exámenes, entre otros.
“Es tentador pensar que el modelo SAMR es una montaña a la que hay que subir. Pero una buena integración de la tecnología no se trata de estar en la cima; sino ser conscientes del rango de opciones y escoger la o las estrategias adecuadas para utilizar en clase”. –Terada, 2020.
El modelo SAMR plantea preguntas interesantes para el profesorado al momento de diseñar sus clases, y ayuda a pintar un panorama más claro sobre la integración de la tecnología en el aula, por ejemplo: ¿Cómo es que las herramientas digitales pueden incrementar la calidad del aprendizaje? ¿Qué tecnologías pudieran ser implementadas en el salón de clases? ¿Cómo y qué recursos pueden motivar al alumnado? ¿En qué temas es conveniente introducir tecnologías?
Gracias a los avances tecnológicos de la actualidad, contamos con un gran abanico de plataformas, aplicaciones, hardware, software, etcétera, que pueden utilizarse para afinar e incrementar la calidad de la educación. Sin embargo, es importante no introducir herramientas digitales al salón de clases por ser novedosas y atractivas, sino tener fuertes fundamentos del porqué son relevantes en su implementación, al igual que contar con un objetivo claro y conciso que favorezca el aprendizaje de las y los aprendientes.