Generar progreso y desarrollo social con bases igualitarias y sustentables en México y Latinoamérica es directamente proporcional a las estrategias y procesos que existen las políticas públicas de educación superior, la ciencia y la tecnología. Este aspecto que define Axel Didriksson en el artículo “La nueva agenda de la transformación de la educación superior en América Latina”, ha sido promovido por más de cuatro mil representantes de educación superior a través de la Conferencia Regional de la Unesco, celebrada en Cartagena Colombia en 2008. De esta forma, los desafíos que enfrenta la educación en los procesos transculturales, las nuevas formas de gobierno y la globalización, es un tema que no únicamente corresponde a un nuevo mandato presidencial, municipal o estatal; por el contrario es un proceso continuo que debe pensarse y repensarse de manera continua y con visión a largo plazo. Este tema fue abordado en la conferencia magistral que impartí en la Escuela Internacional de Posgrados en Lima, Perú, como representante de los académicos poblanos, mexicanos y latinoamericanos , así como de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAP. Y es que, actualmente, vivimos tiempos de fragmentación, incertidumbre y de asumir la libertad, por lo que la educación debe ser una herramienta fundamental, tal y como afirma Tomás Sánchez de Amaya. Es importante subrayar, que en el caso México, el Senado de la República publicó el estudio “Pluralidad y Consensos”, cuyo objetivo es plantear los retos del nuevo gobierno en materia educativa. En el documento, se especifica que el país ha registrado una caída del 23 por ciento en la matrícula en las Normales públicas y privadas. Mientras que, los estados del sur del país, esta caída ha significado un 50 por ciento. Por tanto, el primer reto de la educación reside en fomentar, robustecer y garantizar una carrera magisterial. Desde luego, esta perspectiva vista desde la política y la política pública. Y los primeros pasos se han dado a partir del anuncio de la creación del Instituto Nacional para la Revalorización del Magisterio y la Mejora Continua de la Educación. En cuanto a los desafíos de los procesos transculturales, el artículo de Celmira Castro es un referente para reflexionar sobre el hecho de que actualmente el mundo afronta el reto de desarrollar una educación capaz de formar al individuo para desenvolverse en la sociedad actual. Por tanto, la educación no sólo debe basarse en la transmisión de conocimiento y aprendizaje de habilidades y destrezas tecnológicas para desempeñarse en los espacios laborales; sino es necesario fundamentarse en el reconocimiento de la diversidad sociocultural y económica de su entorno social. Finalmente, es importante referenciar a Juan Cornejo Espejo, respecto a los retos impuestos por la globalización a los sistemas educativos latinoamericanos, donde la principal conclusión reside en la necesidad de adquirir destrezas para incorporarse creativamente en las nuevas formas de trabajo, y para participar con racionalidad comunicativa en espacios de negociación y de toma de decisiones, tal y como también refiere Martín Hopenhayn en su artículo, “América Latina desigual y descentrada”.