En últimas fechas se ha popularizado el término “burn out”, que hace referencia al agotamiento físico y mental al que llegan algunas personas al realizar su trabajo, debido a las obligaciones resultan abrumadoras, algo que puede dejar daños realmente importantes para la calidad de vida e incluso resultar incapacitante. Este desgaste parece inevitable en muchos sitios, especialmente en profesiones que implican el cuidado de otros, pues el vínculo emocional y responsabilidad llegan a exigir mucho de las personas. Claro que no se limita a estos ámbitos, pero si es más común y más probable el llegar a sufrir los efectos del agotamiento.

Que se haya convertido en algo relativamente común no significa que debamos o podamos aprender a convivir con ello, de hecho es probable que las afectaciones derivadas del llamado burn out limiten la fuerza de trabajo considerablemente en muchos ámbitos. ¿Es posible prevenirlo? ¿Cómo identificarlo? ¿Qué hacer ante las señales?

Haz un espacio para ti
Esto es realmente una estrategia importante, no es solamente el descansar unos minutos al día o tomar algo refrescante. A veces el autocuidado llega a trivializarse en conductas para “tratarnos bien” que no llegan a cubrir nuestras necesidades físicas y mentales. Más que de una recompensa temporal, se trata de hacer un espacio sistemático en el día a día que realmente permita el cuidar de nosotros mismos, el observar nuestras emociones, expresarlas, descansar correctamente, física y mentalmente, así como vigilar aspectos de nuestra salud, que a veces pasamos de largo, como el alimentarnos de forma balanceada, el dormir correctamente, hacer un poco de ejercicio, todo eso forma parte de nuestras necesidades básicas y es fácil hacerlas a un lado cuando el trabajo nos absorbe.

Realmente es necesario crear un espacio en el que nos cuidemos apropiadamente.

Trata de moverte
Si es el trabajo el que nos causa este tipo de cansancio, tal vez sea una buena idea movernos del lugar en el que nos encontramos. No se trata de abandonar el trabajo, pero sí de darle a nuestra mente y cuerpo un respiro y un nuevo lugar para concentrarse en otras cosas y sobre todo encontrar un espacio que nos permita descansar realmente.

A veces no se trata del trabajo en sí, sino del ambiente o de las condiciones en las que debemos ejercerlo y aunque esto no siempre depende de nosotros, el buscar un movimiento cuando no nos sentimos bien puede ayudarnos a tomar el control de lo que nos ocurre. Si es necesario apunta a un crecimiento profesional o simplemente a un nuevo espacio.

Busca apoyo de un profesional
El estado de ánimo es uno de los indicadores más importantes de agotamiento, pues aunque físicamente continuamos con nuestras actividades, nuestra mente comienza a desconectarse de todo esto, demasiado exhausta, además muchas veces experimentamos dificultad para concentrarnos, estamos demasiado irritables o sensibles, vemos alteraciones en nuestros ciclos de sueño.

No solamente se trata de estar un poco cansado, más bien de que no podemos recuperarnos incluso si descansamos un par de días. Eventualmente esto puede derivar en trastornos de depresión o ansiedad, así como numerosas enfermedades físicas, por lo que tratar de prevenirlo o detectarlo antes de que se convierta en un problema más grave puede ser vital. Acude con un profesional de la salud para que te guíe en este proceso, es posible que asistir a terapia sea necesario, pues trabajar en nuestra salud mental se vuelve algo importante.

Si identificas algunas señales, procura acercarte a alguien para recibir ayuda.